26.6.12

Taller literario en el Muñiz

Los chicos/as del Nivevl medio de la Domiciliaria Nº 2 comparten este hermoso trabajo que realizan junto a la prof. Patricia en el Htal Muñiz.

Entré a la habitación de los chicos y los encontré con ganas de trabajar. Enseguida, liderados por José empezaron a aparecer ideas, algunas muy graciosas, Edwin quería a toda costa que en el relato interviniera Superman, pero José y Jonathan después de reírse un rato, vetaron la intervención del superhéroe. Mi lugar fue el de tomar nota y sugerir alguna que otra expresión. Lo que sigue a continuación es un texto colectivo armado íntegramente entre los tres a partir de una imagen (la misma que utilizaron las chicas) José mostró mucho interés en el manejo temporal de la narración y la irrupción en el relato del personaje de la mamá del cumpleañero, fue de su absoluta inventiva.
Otro parque de diversiones

Estoy aquí, obligada a estar en el Parque de la Costa porque es el cumpleaños de mi primo Edwin. Hace un frío terrible, pero el día está soleado. Mi mamá me pregunta a qué juego le tengo miedo. Yo le contesto a todos, por eso es que no quería venir.

Mi primo Edwin cumple diez años y puede ir a los juegos por tres motivos: uno, es muy alto para su edad; dos, es muy guapo (no sé si cuenta para poder pasar, pero es verdad); tres, para los que cumplen años los juegos son gratis. 

-¡Hola!! Soy la mamá de Edwin, mi nombre es Josefina, interrumpo el relato de mi sobrina para decirles que Edwin y mi hermana Carla ya están en la fila de la montaña rusa para subirse. ¿Vamos Patricia?

-Sí voy, yo soy Patricia, la miedosa, pero igual me tengo que subir para que mi primo no se sienta triste, y para no ser una aguafiestas.

A medida de que la fila avanzaba, Patricia sentía más temor. Finalmente le tocó el turno de subirse y enfrentó el miedo. Se sentó, se ajustó la barra de seguridad, suspiró y dijo listo.

Fue una experiencia hermosa, increíble. Sintió cuando el carro bajaba, que se le salía el corazón por la boca. Después levantó los brazos y dejó que el aire acariciara su cuerpo. Se sintió feliz, tanto que pensó repetir la experiencia muchas veces más y además logró vencer todos sus miedos.

 José Kevin, Edwin y Jonathan  junio de 2012.

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